El tratamiento está dirigido a bloquear el sistema inmune el cual está alterado. Consta de dos fases:
1. Fase de control, en la que se dan dosis altas del medicamento para parar la actividad de la enfermedad.
2. Fase de mantenimiento, en la cual se disminuye la dosis del medicamento y se mantiene por un largo periodo, buscando la mejoría completa de la enfermedad y la prevención de nuevas lesiones.
1. Fase de control, en la que se dan dosis altas del medicamento para parar la actividad de la enfermedad.
2. Fase de mantenimiento, en la cual se disminuye la dosis del medicamento y se mantiene por un largo periodo, buscando la mejoría completa de la enfermedad y la prevención de nuevas lesiones.
Dentro de los grupos de medicamentos que se utilizan, están:
1. Corticoesteroides: Bloquean el sistema inmune y disminuyen la inflamación en el cuerpo. Los que se administran con mayor frecuencia por vía oral son la prednisona y la prednisolona, los cuales están indicados cuando la enfermedad es extensa. Usualmente, se utilizan en la fase inicial del control de la enfermedad y la dosis se debe ir reduciendo lentamente según el criterio médico. También, existen de forma tópica, es decir aplicada directamente sobre la piel, usados cuando las lesiones son pocas y localizadas.
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2. Inmunosupresores: Como su nombre lo dice, su principal función es suprimir el sistema inmune. Por lo general, se administran en conjunto con los corticoesteroides para ir disminuyendo la dosis de estos últimos, y dejarlos como mantenimiento. Existen varios tipos de inmunosupresores, los que más usamos en las enfermedades ampollosas autoinmunes son:
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